Perfumes

Se sabe que los primeros perfumes pudieron nacer en el antiguo Egipto, empezando a desarrollarse en el mundo árabe, aunque fue luego, más tarde, cuando en el siglo XIV en Francia se empezaron a cultivar flores especialmente para la elaboración de perfumes.

Durante mucho tiempo, sobretodo en Europa, los perfumes fueron utilizados por la clase noble y la burguesía, poco a poco la clase social fue adquiriendo notoriedad y también empezaron a perfumarse.

Hay una gran cantidad de perfumes que solemos comprar en los comercios incluyen ingredientes sintéticos que no suelen ser muy buenos para la salud. Muchos de estos perfumes llevan ftalatos, una sustancia que se utiliza para aumentar la elasticidad en la fabricación del plástico.

Por el contrario también existen perfumes naturales que suplen los productos sintéticos por aceites esenciales, provocando una fragancia mucho más fresca y natural que además ayudan al medio ambiente.

Aromas naturales como jazmín, el azahar, la grosella o la rosa son elaborados con estos perfumes naturales.

Hay diferentes tipos de perfumes que pueden clasificarse según la intensidad de su aroma. Por ejemplo encontramos los perfumes concentrados, en los que casi la mitad de su contenido es de esencia aromática. Los Eau de Perfume, que veréis reflejado en muchos frascos de perfumes, tienen aproximadamente un 10/15 % de esencia aromática, mientras que los Eau de Toilette son algo menos concentrados. Por último están los Eau de Cologne o colonias, que apenas tiene un 5% de esencia aromática.